Respecto a mi dolor de cabeza:
Hay hombres cobardes.
Una amiga me dijo, «esos son los peores, el mundo esta lleno de ellos».
Había estado convencida de que ese no podía ser el caso de mi padre.
Su ausencia debía estar justificada de algún modo.
Una decisión sabia tenía que sostener la situación.
De ahí que algo en mi debía estar equivocado. Las cualidades que me formaban fueron revisadas, con ojo de águila policiaco.
Castigada por un semidiós, que al no ser visible era más evidente. Algún día volvería y me levantaría el castigo.
Vaya por donde, hoy ese dios a muerto, y soy yo misma sin más.
En que instante, cayo del cielo un buitre con la panza llena de cadáveres, no lo sé.
En que momento de empoderamiento no vi más dioses que los míos.
Un cobarde.
Era la unica persona que se podía disfrazar de todopoderoso.
Que dando la ultima palabra, se esconde de hablar.
Que opinando, deja oculta su visión.
Que acercándose como apoyo, se distancia a miles de kilómetros.
Que ni un escrito merece, pero que se lo lleva.
Un extraño con amabilidad infinita.
Te perdono
Te abrazo
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